
Esta maleta azul me ha acompañado los últimos 16 años de mi vida en mis viajes semanales o quincenales entre Castelldefels, el lugar donde crecí, y Lleida, la ciudad en la que he trabajado hasta ahora como periodista. En ella he transportado ropa, zapatos, libros, apuntes, pero también ilusiones, alegrías, nervios, decepciones y alguna que otra lágrima.
Es curioso como a veces las casualidades se llenan de significado, justo ahora que decido volver a casa e iniciar una nueva vida, la cremallera de mi maleta se rompe. Tendré que comprarme otra porque este cambio no implica dejar de viajar y de moverme ¡Todo lo contrario! Ahora empieza otro viaje con nuevos retos, oportunidades y caminos por recorrer.
Mi maleta será nueva y se llenará de nuevas experiencias, personas, conocimientos y objetivos. No obstante, dejaré hueco para algo que seguirá conmigo: mis valores.
Todos tenemos nuestra propia maleta de valores. Es única y personal. Nos define y nos diferencia de otras personas.
¿Cómo descubrir tus valores?
Para encontrar los valores que nos identifican debemos hacer un trabajo de autoconocimiento y empezar a mirar hacia dentro.
Algunas personas destacarán como prioritarios el respeto, la familia o la empatía. Otras priorizarán la seguridad, la humildad y el deber. Mientras que la libertad, la excelencia y el aprendizaje serán los principios más importantes para otras.
Para descubrir cuáles son los valores más importantes para ti, puedes hacer este ejercicio:
- Escoge los 10 principios con los que te sientes más identificado
- Selecciona los 5 más importantes
- Ordénalos del 1 al 5 (siendo el 1 el más importante de todos ellos)
Estos cinco valores serán los más relevantes para ti, los que marcarán tu identidad, tu comportamiento y tus acciones.
Valores y marca personal
Identificar y reconocer nuestros valores nos permite tomar conciencia de ellos y vivir con coherencia. Además de facilitar la toma de decisiones y aumentar nuestra autoconfianza.
En cambio, ignorarlos nos lleva a contradicciones que nos hacen sentir mal, nos intranquilizan o nos ponen de mal humor.
Seguro que en alguna ocasión has aceptado un encargo o te has visto implicada en un proyecto que no estaba alineado con tus principios y te has pasado la noche sin dormir. A mí me ha ocurrido y me ha tocado aprender de la experiencia y reconocer que no es nada fácil defender nuestros valores en según qué situaciones.
Trasladado a la gestión de la marca personal, la identificación clara de cuáles son los valores prioritarios reforzará nuestra singularidad respecto a otros profesionales. Cada uno tenemos nuestros principios y no son ni mejores ni peores que los de otras personas. Simplemente son los nuestros.
Si somos fieles a nuestros principios garantizaremos nuestra autenticidad y solidez como profesionales y la gestión de la marca personal será coherente con quiénes somos.
La defensa y comunicación de unos valores claros es tan importante como las habilidades, talentos, conocimientos y experiencia que hemos adquirido a lo largo de los años.
Así que vale la pena parar un momento y pensar cuáles son los principios que nos importan de verdad, si los defendemos o no en nuestro día a día y cuál es el resultado.
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